Aunque traer trillizos al mundo es un verdadero testimonio del milagro de la vida, para Jeaneta Bente, una mujer que vive en la extrema pobreza, iba a ser una empresa, desde el punto de vista financiero, tremenda.
Así que pensó que estaba tomando la decisión correcta, el portal stuff.co.nz informa de que la madre de 32 años de edad, de Rumania, abandonó a sus trillizos recién nacidos en el hospital.
Bente, quien ya tiene tres hijos mayores, en un principio los abandonó sin previo aviso. Pero cuando la historia atrajo la atención nacional después de que funcionarios de bienestar infantil indicaran que necesitaban la firma de la madre con el fin de que otras familias que lo desearan pudiesen adoptar a los bebés, ella se adelantó.
A pesar de que nacieron prematuros, los trillizos – que fueron concebidos de forma natural – están en condiciones saludables.
Romanian mum leaves triplets at hospital because she can't afford them https://t.co/QpUZIHQmU7 pic.twitter.com/qsPS9B5Bpr
— Stuff.co.nz News (@NZStuff) septiembre 28, 2015
Bente, que es analfabeta, firmó a las autoridades de bienestar infantil utilizando su huella digital.
En los Estados Unidos, muchos estados tienen leyes para asegurar el refugio de los niños abandonados. Bajo estas leyes, las personas que no pueden cuidar al niño pueden de forma anónima – y sin temor a ser procesados - renunciar a la custodia de un niño que tenga una cierta edad (que van desde varios días hasta varios meses) en un hospital, estación de bomberos, o departamento de policía. Algunos estados también especifican las iglesias como un lugar «para asegurar el refugio». El sargento Andrew Richmond, quien recientemente llevó el caso de un niño abandonado al lado de una iglesia en Indiana, explica:
«Una de las cosas específicas acerca de la ley de refugio seguro, son los lugares escogidos por la ley para asegurar que el bebé será descubierto en un lapso muy corto de tiempo.»
Afortunadamente, los trillizos fueron descubiertos de forma segura y se han traslado a un hogar para niños, en el que esperan que pronto sean adoptados por alguna familia a que les encantará cuidar de ellos de forma incondicional.
«Espero que la gente pueda entender que yo no tengo ninguna posibilidad de alimentar o cuidar de ellos«, dijo Bente. «Pero les deseo lo mejor y espero que tengan una vida mejor de la que yo les puedo dar.«
