Con sólo dos años, Kinley Shufflebarger ya ha aprendido una lección importante.
Mientras ella y su madre, Megan Shufflebarger, estaban caminando en un centro comercial de Indiana (Estados Unidos), Kinley señalaba los juguetes que quería para su próximo tercer cumpleaños.
CBS News informa que cuando Kinley fijó sus ojos en una muñeca rubia en particular, ella inmediatamente le preguntó a su madre si podría tenerla.
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Tan pronto como ella le preguntó, un joven se arrodilló a su lado y le preguntó sobre cuál era su muñeca favorita. Cuando ella se lo dijo, tomó la muñeca y se alejó.
Kinley estaba notablemente decepcionada, pero su madre le recordó que había otras muñecas para elegir.
Pero resultó que no tendría que elegir otra. Varios minutos después, el hombre regresó con la muñeca y un juguete más. El joven le entregó su muñeca favorita y un coche de juguete para ella y le dijo que tuviera un «muy feliz cumpleaños.»
Ni que decir tiene, que Megan quedó impresionada. La madre de Megan lo publicó en Facebook para tratar de averiguar quién era ese extraño tipo.
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Junto con una foto del joven y su hija, Megan escribió:
«Esto es un recordatorio para no perder la fe en la humanidad y ser generoso. Para este joven generoso y humilde, quienquiera que seas, espero que veas esto y lo más importante, espero que sepas que eres un buen hombre«.
Resulta que el hombre no era otro que Tario Fuller II, un jugador de fútbol americano de primer año de la Universidad de Purdue. La universidad reconoce a Fuller en su página de Facebook, afirmando que «no pueden estar más orgullosos de él».
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En cuanto a Megan, expresó su inmensa gratitud a Fuller, señalando que gracias a él, el mundo puede ver que «la esperanza hace que no se pierda toda la sociedad».
Y es de esperar que su acto de bondad inspire a otros a hacer lo mismo.
«Este acto de bondad probablemente ha generado miles de sonrisas, ablandado muchos corazones y a hecho que otros sean inspirados«, dice Megan. «Eso en sí mismo hace que mi corazón se llene de felicidad.«
