A pesar de vivir en una época donde la tecnología que mejora la seguridad de los alimentos, pasa sin duda por su mejor momento, siempre existe la posibilidad de que algo muy extraño termine en la comida o en la bolsa de patatas fritas que acabas de comprar.
Estas personas fueron los poco afortunados receptores de los aditivos alimentarios más extraños que puedas imaginar. Una vez que veas algunas de las cosas que encontraron, es posible que te lo pienses dos veces antes de comer de nuevo…
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1. Recientemente, alguien encontró un par de gafas en una barra de pan horneada.
2. En 2009, una mujer de Wisconsin encontró un teléfono Nokia en su bolsa de patatas fritas.
3. Una mujer de Texas encontró una hoja de afeitar en su helado en 2011.
4. Al equipo de béisbol olímpico australiano le sirvieron magdalenas con clips en ellas en 2008.
5. Un usuario de Reddit una vez descubrió un tornillo entre el queso de su hamburguesa.
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6. Una madre en Atlanta encontró un piercing de nariz en el burrito de su hija.
7. ¡Atención! Una chica inglesa tuvo que ir al hospital después de tragarse un clavo que había entre unos macarrones con queso comprados en una tienda de comidas preparadas en 2008.
8. Un hombre de Nueva York descubrió un cuchillo de sierra en el interior de un pan, mientras se lo disponía a comer en el metro.
9. Esta mujer encontró una cabeza de pollo frito en su McDonald «Mighty Wings» en 2008.
Moraleja: debes tener siempre cuidado con lo que comes. Personalmente, además me mantendré alejado de los macarrones con queso que compraba en una tienda…
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