Hay una delgada línea entre el arte y la ciencia y a Jonty Hurwitz le gusta cruzar esa línea. Con la carrera de ingeniería en su haber, Hurwitz ha encontrado una manera de crear la escultura más pequeña con forma humana que el mundo haya visto jamás. Su prototipo ha sido impreso en 3D a escala nanométrica. Es tan pequeña que situada en el ojo de una de aguja necesitaría un microscopio para distinguir lo que es.
Según cuenta Hurwitz, «Cada una de mis piezas es un estudio sobre la física de la forma en que percibimos el espacio que lleva más de 1.000 millones de cálculos y algoritmos. Jonty toma un objeto abstracto y proyecta una imagen que podemos reconocer en la realidad, sabiendo que esa realidad no existe realmente. Su arte desafía nuestra percepción de la realidad«.
Para una explicación de cómo se crearon estas obras maestras en miniatura, recomendamos ver el vídeo que podrá ver a continuación. Si le gusta su arte le recomendamos que siga a Jonty Hurwitz en Facebook y eche un vistazo a su página web.
