Salvador Dalí fue a la vez artista y una obra de arte en sí mismo. Una vez dijo esto: «Yo no tomo drogas; Yo soy la droga«. Mientras decía esto caminaba con un oso hormiguero o introducía su inimitable bigote en el interior de un billete de un dólar.
Al igual que con otros artistas surrealistas, Salvador Dalí mostraba lo irracional y lo extravagante como una verdad, como su verdad. Si tuviéramos que sobrevivir como pueblo, tendríamos que rechazar la manera artificial y perjudicial de pensar sobre el mundo; tendríamos que mirar hacia adentro en lugar de hacia el exterior. En otras palabras, necesitaríamos deshacernos del realismo por el surrealismo.
En un sentido técnico, Dalí y sus contemporáneos no tuvieron éxito en la alteración de la conciencia del mundo, pero su trabajo, tan complejo como absurdo, es un desafío artístico de gran valor para el frío realismo que define gran parte del siglo XX. Las siguientes fotos muestran a Dalí en todas las facetas de su vida.
