[sc:creditos-sin-url texto=»Missouri Department of Conservation» ]
El descuido de alguien alteró la vida de Peanut para siempre, pero nunca se detuvo. Décadas después de ser rescatada de los anillos de plástico de un pack de 6, la tenaz tortuga sigue viva y está bien.
«La gente la ve y aprende su historia, y después lo hacen bien«, dijo la cuidadora de Peanut, Amy Wilkinson, del Departamento de Conservación de Missouri, a The Dodo. «Ella es un gran ejemplo de por qué no se debe tirar a la basura esas anillas sin cortarlas«.
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En la década de 1980, cuando Peanut todavía era una pequeña tortuga de orejas rojas vagando por el salvaje Missouri, se quedó atascada en un anillo de plástico de un pack de seis que alguien no arrojo a la basura de la forma adecuada. La tortuga continuó creciendo durante los últimos años, aunque la opresión del anillo causó que su caparazón se deformara, lo que impide su movilidad y la puso en riesgo de ataques de depredadores.
La ayuda llegó en 1993, cuando fue rescatada y, finalmente, fue liberada de la triste situación que amenazaba con acabar con su corta vida. Pero a pesar de su largo calvario, del que nunca se recuperará totalmente, Peanut sigue creciendo más de 20 años después, y ahora tiene un importante papel como educadora.
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Bajo el cuidado de los funcionarios de conservación, Peanut ha servido como un símbolo viviente de los peligros de la basura. Como mascota para la campaña del estado de Missouri «No más basura», la tortuga de forma extraña ha sido fundamental en la sensibilización de cómo un solo pedazo de basura puede afectar irrevocablemente la vida salvaje – y ese importante mensaje ha alcanzado gran popularidad.
«Veo su imagen por todo Internet«, dijo Wilkinson. «Se utiliza a Peanut en campañas de basura de todo el mundo«.
Lamentablemente, debido a su condición, Peanut nunca será capaz de vivir una vida normal en la naturaleza, aunque a través de su papel de educadora, ha ayudado a mantener a muchísimos animales fuera de peligro.
«Lo está haciendo muy bien. Yo lo describiría como a una tortuga luchadora«, dijo Wilkinson. «Creo que incluso cuando ella muera, siempre la tendremos como una manera de enseñar a la gente acerca del efecto que puede tener en la vida silvestre arrojar basura sin pensar en el daño que puede hacer«.
