Hay pocas cosas más desgarradoras y dolorosas que ver a un animal que sin saber nada de él, se sabe que ha llevado una vida de abuso. Al mismo tiempo, hay pocas cosas que sean más maravillosas y triunfantes que ver como ese animal consigue el amor y la atención que necesita.
Recientemente me encontré con la historia de Kelsey y su vida en las calles completamente sola. Kelsey apenas era reconocible como un perro – su cremosa piel blanca había sido reemplazada con capas de suciedad, sarna y costras.
Después viene la dramática transformación de Kelsey, y el momento en que su nueva dueña se enamoró de ella.
Vea hasta qué punto ha llegado esta valiente perrita, gracias a unos orgullosos salvadores que le han dado una vida que nunca pensó posible. Quería compartir la historia de Kelsey como un recordatorio de que cualquier perro, sin importar lo que puede parecer al principio, debería tener la oportunidad de encontrar un hogar para siempre. Todo lo que necesita es amor, cuidado, y un poco de paciencia.
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Esta es Kelsey. Ella era una perrita callejera sin hogar, obligada a vagar por las calles sola. Ella robaba para alimentarse y se ponía constantemente en peligro, vagaba por puentes y callejones peligrosos para mantenerse con vida. Finalmente, alguien la encontró y decidió salvar su vida – este es el documento del viaje…
A medida que el sol brillaba sobre el cuerpo de Kelsey, era fácil ver lo sangrienta y golpeada que tenía su piel mientras vivía en las calles. En lugar de una capa de piel sana y blanca, Kelsey sufría llagas y quemaduras de sol en todas partes. Se estaba muriendo de hambre, y sus costillas sobresalían.
Uno pensaría que una perrita tan descuidada por la sociedad temería a los seres humanos, pero no – Kelsey estaba ansiosa por montar en el coche de sus rescatadores, lista para comenzar un nuevo capítulo de su vida.
A pesar de que fue tratada como basura toda su vida, Kelsey estaba abierta de corazón y era gentil. Sus amables ojos dejaron que sus rescatadores supieran que estaba agradecida por su ayuda.
Un equipo médico trabajó día y noche para proporcionar a Kelsey todo el cuidado y supervisión que necesitaba. Mientras era acunada en los brazos del veterinario, era sorprendente ver lo pequeña que era en realidad.
Tenía un largo camino hacia la recuperación por delante, pero Kelsey estaba en camino a una transformación impresionante. ¡Basta con mirar esta cara adorable!
No pasó mucho tiempo para que Kelsey encontrara consuelo en sus nuevos compañeros humanos. Pronto se empezó a mostrar alegre, con ganas de jugar, y relajada.
Kelsey también había perdido interacción social con otros perros – pero pronto tuvo amistades caninas estaban en ciernes, y Kelsey comenzaba a salir de su caparazón.
A medida que su piel comenzó a crecer de nuevo y sus llagas sanaban, la vida de Kelsey mejoraba. Camas blandas, alimentación regular, siestas por la tarde…¡esto sí era vida!
… Y antes de que sus salvadores se dieran cuenta, ¡Kelsey era una perrita nueva! Era difícil de creer que una vez había estado en el umbral de la muerte.
¿Puedes creer que esta es el misma perrita de la primera imagen? Es increíble lo que un poco de amor puede hacer.
