En mayo, Stephanie Smith-Justus recibió una llamada de un vecino preocupado. Acababa de ver a un perro que estaba en extrema necesidad de ayuda y no sabía qué hacer.
Smith-Justus, que trabaja para un refugio de su ciudad y también dirige el Buchanan County Humane Society en Virginia (Estados Unidos), salió con su marido y corrieron hasta donde el vecino dijo que había visto al perro.
Después de explorar la superficie forestal arbolada, no estaban dispuestos a darse por vencidos. Pero justo en ese momento su marido encontró al perro acostado entre malezas al final de una carretera. «Me dijo: ‘Stephanie, no creo que pueda sobrevivir«, dijo Smith-Justus a The Dodo.
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«Al principio parecía que había sido escaldado«, dijo Smith-Justus. Con sólo 4 meses de edad, el cachorro estaba cubierto por un caso grave de sarna demodéctica que probablemente heredó de su madre. «Era tan grave«, explicó. «Imagínense una quemadura de segundo grado.»
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La suerte quiso que un veterinario se había mudado a una casa en la misma calle, y Smith-Justus y su marido recogieron al pequeño perro y corrieron hasta allí. «Ni siquiera llamamos a la puerta«, dijo. «Sólo corrimos hasta su casa con él.»
El veterinario echó un vistazo al perro, que más tarde fue llamado Watkins por la calle donde fue encontrado, y sabía que estaba mal. «Me dijo que se estaba muriendo«, dijo Smith-Justus.
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Después lo llevaron a la clínica del veterinario, donde se dieron cuenta de que su piel era sólo el comienzo. Le habían disparado en varias ocasiones con una pistola de perdigones. Pesaba sólo 15 kilos, y había pasado tanto tiempo sin comer que sus intestinos se habían colapsado.
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Debido a que estaba tan desnutrido, los tobillos no se habían desarrollado correctamente. «Sus tendones habían perdido su elasticidad«, explicó Smith-Justus. «No podía ponerse de pie sobre las almohadillas de sus patas. El perro se caía sobre sus patas… era doloroso verlo caminar.»
La sarna se había apoderado de tal manera de él que su pequeño cuerpo estaba a punto de agotarse. «Sólo estaba rebosante de fluidos«, dijo Smith-Justus.
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Smith-Justus tenía el corazón roto por el estado de Watkins y quería salvarlo, pero su principal prioridad era ser bondadosa con él y darle cariño.
«Si está tan mal, y necesita practicarle la eutanasia, lo entenderé, pero quiero hacer lo que sea lo mejor para él«, le dijo a la veterinario. Y ella contestó: «Vamos a esperar…«.
Pero no fue fácil. Poco tiempo después de ser trasladado a la clínica y debido a las entrañas retorcidas de Watkins fue trasladado de urgencia para realizarle una cirugía de emergencia. La veterinaria no esperaba que saliera de la operación.
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«Me dijo que no iba a vivir, y que le dijera adiós, y lo hice«, dijo Smith-Justus. «Y a la mañana siguiente, él estaba fuerte.»
Pero unas semanas más tarde su historia tomó otro giro a peor. Dejó de comer, y pasó de 15 kilos a apenas 7 kilos, y tuvo que tener un tubo de alimentación implantado. «Fue como una película de terror«, dijo Smith-Justus sobre su recuperación.
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Watkins pasó un total de 119 días viviendo en la consulta del veterinario y, brevemente, en la UCI de Virginia Tech. Y mientras luchaba lentamente para recuperar su salud, algo igualmente conmovedor comenzó a suceder.
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Smith-Justus comenzó a recibir un gran apoyo de gente de todo el mundo que habían oído la historia de Watkins y querían animarlo en su camino hacia la recuperación. Mantas y camas para perros comenzaron a llegar de todo EE.UU., e incluso a nivel internacional; una familia, incluso vino desde una enorme distancia para visitarlo.
Hoy en día, la página de Facebook creada para documentar su historia tiene más de 12.000 seguidores.
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«Sus imágenes y su historia deben haberles impactado a ellos como lo hizo conmigo«, dijo Smith-Justus.
Y gracias al equipo de partidarios de Watkins – y su espíritu luchador – finalmente fue capaz de volver a casa con Smith-Justus el 11 de julio.
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Por supuesto, todavía no estaba completamente libre de médicos. Todos los martes tenía que ir al veterinario para recibir tratamiento por una infección de oído, y todos los jueves tenía que hacer una especie de «quimio para perros» para acabar con la sarna.
Pero él siguió sorprendiendo a todos con su determinación. «Cuando sus patas todavía no funcionaban adecuadamente Watkins se levantó y empezó a caminar como se supone que tenía que hacerlo«, dijo Smith-Justus. «No tengo ninguna explicación para ello.»
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En los siguientes meses Watkins siguió adelante con su recuperación – y aunque todavía se está recuperando hoy, está mucho más cerca de una vida sana y feliz de cachorro de 10 meses de edad, de lo que nadie hubiera creído posible.
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Él está continuamente recompensando a Smith-Justus y sus familiares y amigos con su mejora continua. Por ejemplo, solía tener miedo de los coches y los cortacésped, pero ahora le encanta que lo paseen en coche. Ha ganado de nuevo la confianza y se ha vuelto más fuerte al correr en el patio – que aprendió a hacerlo sin llorar apenas hace unas semanas.
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«Es una gran alegría; es un perro tan agradable«, dijo ella. «Se hizo más fuerte, su piel comenzó a mejorar, sus oídos comenzaron a mejorar.»
También encontró a un buen amigo en una langosta de peluche, que a Watkins le gusta mantener sobre su lomo hasta la hora de dormir.
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Teniendo en cuenta el duro inicio de Watkins en la vida, está sorprendentemente lleno de amor. Cuando Smith-Justus tomó recientemente a un grupo de gatitos cubiertos de hollín y a su madre que habían sido heridos en un incendio en su casa, Watkins los adoptó como propios, limpiándolos mientras su cautelosa madre lo miraba.
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Watkins todavía tiene un largo camino por recorrer, y actualmente toma Prozac para ayudarle con el estrés de sus tratamientos médicos. Pero cada día que pasa revela más del pequeño cachorro que fue enterrado debajo de todo el trauma que Watkins experimentó en su joven vida.
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«Los médicos de Virginia Tech me dijeron que esperase y que rezase por él, pero no le dieron una alta probabilidad de sobrevivir… nos sorprendió a todos«, dijo. «En realidad es un milagro«.
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Si desea ayudar a contribuir a los gastos veterinarios en curso Watkins, puede hacer una donación aquí.
