Cuando su amado beagle Moe falleció en abril, Mary y su hijo de 3 años de edad Luke comenzaron una rutina muy especial: Cada noche, los dos se sentaban en torno a la mesa de la cocina y con un bolígrafo y papel en la mano, escribían una carta a Moe.
Después envíaban la carta a la siguiente dirección: «Moe Westbrook, Cielo de los perritos, Nube 1». Después Mary, junto a Luke, echaban la carta al buzón. Luego, cuando Luke se había ido a dormir, Mary recuperaba la carta.
Pero un día, Mary se olvidó de regresar al buzón de correo, y a la mañana siguiente la carta ya no estaba. Convencida que de que la devolverían o que simplemente se reirían de ella, Mary no le dio más importancia y lo olvidó.
Para su sorpresa, la carta – sin timbrar y con esa extraña dirección – no sólo había sido recogida, sino que había tenido una respuesta.
Mary estaba fuera de sí por la emoción cuando leyó la respuesta escrita. Y es que este tiene que ser uno de los gestos más amables que hemos visto nunca…
Asegúrese de leer la conmovedora carta a continuación, y por favor COMPARTA por la memoria del querido Moe: