Los colibríes son unos de los animales más interesantes que se pueden encontrar en la naturaleza. De todas las aves de nuestro hermoso planeta, estas extrañas criaturas han logrado encontrar la manera de flotar e incluso de volar hacia atrás. Sus alas baten a una increíble velocidad de 70 veces por segundo, lo que significa que las cerca de 1.300 veces por minuto crea el zumbido característico que se escucha cuando vuelan cerca.
Con todo ese trabajo no es de extrañar que estas aves tengan un metabolismo que no se corresponde con ninguna otra ave en el mundo. Los colibríes necesitan comer alimentos constantemente para mantener ese ritmo de gasto rápido de energía. Ya se trate de comederos locales de aves o del polen rico en nutrientes de las flores, estos pequeños animales siempre están buscando algo para mantenerlos arriba.
Así que cuando una bandada de colibríes se encontró con un hombre que sostenía una taza roja, se quedaron, naturalmente, algo preocupados. Podría tratarse de un depredador de algún tipo, aunque parecía lo suficientemente amable. Así que un colibrí tomó la delantera, aterrizó en la mano del hombre, y comenzó a beber de un brebaje hecho especialmente para el pajarito.
El hombre había mezclado una taza de azúcar con cuatro tazas de agua, y se las arregló para hacer una fiesta para los colibríes. Una vez que el resto de pajarillos vieron que todo estaba bien, comenzaron a reunirse alrededor de la taza roja como si se tratara de un hermoso ramo de flores. ¡La escena es increíble! Por suerte, el hombre detrás de la cámara pensó en utilizar la función de cámara lenta, lo que realmente ayuda a mostrar lo increíble que estas criaturas son en realidad.
