El gato Timo se está haciendo viejo, por lo que a su dueño se le ocurre que sería bueno darle una sorpresa dándole su propia hamaca. La hamaca puede ser el lugar perfecto para que Timo se relaje después de un largo día de hacer cosas de gatos. A Timo la idea pareció gustarle, y quiso probar su nuevo lugar de descanso… Sin embargo, había un problema: ¡no podía subir a esa maldita cosa!
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Timo lo intentó todo, incluso irse lejos tratando de saltando sobre ella. Finalmente, Timo encontró la forma de subirse a la hamaca, y ahora no puede estar más feliz en su nuevo lugar de descanso…