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La gente siempre le pregunta sobre la «muñeca» que lleva, su respuesta los deja silenciosos

La gente siempre le pregunta sobre la "muñeca" que lleva, su respuesta los deja silenciosos

Emma Newman y Scott Garside de Withnersea, Inglaterra fueron informados antes del nacimiento de su tercer hijo que la niña probablemente sufría de un trastorno genético. Aunque hasta que ella naciera iba a ser difícil decir exactamente qué era lo que la afligía.

Cuando Charlotte finalmente nació, la alegría de sus padres fue atenuada por sus preocupaciones. Los médicos nunca habían visto un bebé con ese estado, y no estaban seguros de cuánto tiempo podría vivir la pequeña.

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Emma Newman y Scott Garside estaban encantados de dar la bienvenida a su hija Charlotte, hasta que les confirmaron la aterradora noticia mientras Emma estaba embarazada: su hija sufría de un trastorno genético poco común.

Al nacer, Charlotte pesó menos de 500 gramos y sólo medía 25 centímetros. Sus médicos no creían que llegaría más allá de su primer cumpleaños, e incluso consideraron que era una estimación generosa.

Su condición es conocida como «enanismo primordial«, lo que significaba que su cuerpo podría ser más pequeño de lo normal en todas las etapas del desarrollo, pero las condiciones genéticas exactas que provocaron la enfermedad podían ser únicas en su caso.

Con el tiempo, Charlotte estuvo lo suficientemente bien como para ir a su casa desde el hospital. Sus padres y hermanos tuvieron que adaptarse a la realidad de su condición. Tenían que vestirla con ropa de muñeca o con ropa hecha especialmente para ella. Incluso tuvieron que hacer pañales especiales del tamaño de una tarjeta de crédito …

Llegó a su primer cumpleaños y lo superó, ocurrió lo mismo con el segundo y el tercero. Charlotte tenía problemas de salud como quistes en el hígado y otras enfermedades debido a que su sistema inmunológico era débil, pero de alguna manera, y contra todas las expectativas, se las arregló para sobrevivir.

Cuando Charlotte se acercó a la edad escolar, sus padres comenzaron a estar muy preocupados. Querían que su hija tuviera una educación, pero también estaban preocupados de que los otros niños pudieran afectarla de forma negativa y que Charlotte sufriera humillaciones por su aspecto. Afortunadamente, Charlotte comenzó la escuela y parecía que se adaptaba bien.

Charlotte fue diagnosticada con una serie de deficiencias en el aprendizaje, pero aún así continuó asistiendo a la escuela y tuvo un tutor especial para ayudarla a adaptar los planes de estudio a sus necesidades. Sus padres estuvieron muy orgullosos de ella y creció la esperanza de que pudiera seguir progresando.

Ahora, a los cinco años de edad, Charlotte mide sólo 66 centímetros de altura, haciéndola más pequeña que su osito de peluche favorito, así como el gato de su familia. Todavía lleva ropa de bebé, pero sigue desafiando las expectativas de crecimiento de una niña curiosa y feliz.

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