Philo es un gato siamés de pelo largo al que le encanta jugar en el patio trasero. Tanto es así, que en realidad se convirtió en un problema para su dueño. El propietario de Philo constantemente tenía que dejar que el gato entrara y saliera de su casa.
En la mayoría de los casos, Philo simplemente se ponía a maullar en voz alta cuando quería volver dentro. Pero si el dueño de Philo no respondía lo suficientemente rápido a sus llamadas, Philo solucionaba el asunto él mismo.
Philo se ponía sobre sus patas, extendía sus patas delanteras, tiraba hacia abajo del pomo de la puerta, la puerta se abría y entraba en la casa. Si bien esto puede parecer increíblemente inteligente, el dueño de Philo no quería que su puerta estuviera abierta todo el tiempo, puesto que Philo nunca cerraba la puerta después, con lo cual otros bichos no deseados podrían entrar en la casa.
Así que el dueño de Philo hizo lo más inteligente e instaló una puerta para gatos. De acuerdo con el mismo hombre, pasó casi dos horas trabajando en ello. En el vídeo que podemos ver a continuación, vas a ver lo que sucedió cuando Philo ve la puerta por primera vez…
No vamos a estropear lo que sucede, pero te garantizo que te vas a reír.
