Este tiene que ser el gato más perezoso de toda la historia… y del mundo. Acostado, con la cabeza al lado del tazón de agua, se debe de sentir muy cansado como para levantarse y beber como hace cualquier gato normal… y decente. No. Este gato, sintiéndose especialmente perezoso, simplemente acerca un poco su pata hasta el tazón, la mete y después la lame para beber… ¡Vaya gato más vago!
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