Recientemente, un hombre llamado Mark salía de una iglesia en el Condado de Pasco, Florida (EEUU), cuando hizo un descubrimiento sorprendente fuera del edificio. De repente se encontró con dos pequeños niños. Estaban muy sucios, vestidos sólo con pañales, y sentados sobre una pila de basura.
Al final resultó que, los niños eran hermanos. Uno de ellos tenía 7 meses de edad y el otro tenía 2 años. Su familia estaba sin hogar y vivían en una tienda de campaña en el bosque.
Posteriormente el pastor Ronnie Stewart y su esposa Krystal, del refugio de la iglesia, se enteraron de que los niños pertenecían a la misma familia que a menudo comía en el comedor social de la iglesia. «Nuestros corazones se rompían cuando llegó la noche, una noche que llegaba con nubes de tormenta«, escribe Krystal. «Nos pusimos a imaginar la noche que estos chicos estaban a punto de tener cuando nos preparábamos para ir a nuestra casa caliente y seca.»
A pesar del hecho de que Ronnie y Krystal ya tienen tres hijos, sabían que no podían dejar que estos niños sin hogar sufrieran al exterior. Convencieron a los padres para permitirles que se llevaran a los niños a casa con ellos para pasar la noche y darles un baño y comida caliente. Esa noche, Krystal cuenta lo mal que estaban; los niños estaban cubiertos de picaduras de insectos, y la piel de sus pies se estaba literalmente cayendo.
El domingo siguiente, Ronnie y Krystal iban a los servicios de la iglesia cuando fueron abordados por los padres de los niños. Tenían una pregunta impresionante para Ronnie y Krystal, y la respuesta iba a cambiar toda su vida para siempre.
Desplázate hacia abajo para leer lo que sucedió con las palabras de la propia Krystal …
«Mi corazón se detuvo al oír esas palabras de mi marido. Cerré los ojos y recé por su valor cuando sentí que nuestras vidas estaban a punto de cambiar drásticamente. Como pastores que somos, siempre hemos tratado de ayudar a la gente tanto como podemos, pero esto estaba a un nivel completamente diferente. Era más grande que nosotros y lo sabía.
Permítame retroceder hasta el principio. Empezamos en una iglesia llamada «Refugio» en el Condado de Pasco, Florida, que pasó a ser un lugar para mucha gente sin hogar. Sabíamos que esta comunidad estaba sufriendo, por lo que nos involucramos de pleno y comenzamos a ayudar en todo lo que podíamos. Nos hemos asociado con los Ministerios Metropolitanos, que sirven comidas calientes gratis en la iglesia dos veces por semana (martes y sábados) a las personas sin hogar. En cuestión de meses, alimentábamos a 500 personas a la semana y ofrecíamos ropa gratis y artículos de higiene personal«.
«El viernes 6 de noviembre de 2015, estuvimos trabajando todo el día en la iglesia, y no pude dejar de notar la pequeña cara de un niño mirándonos a través de las puertas de cristal. Su hermano más joven yacía atado a una silla de paseo junto a sus padres durante unas 10 horas de ese día. Se conmovió mi corazón. Reconocí a los padres, que habían estado asistiendo al programa de alimentación durante unas semanas. La familia, junto con otro hombre, acampaba bajo un toldo cerca de la iglesia durante todo el día. Era evidente en ese momento que los niños estaban en necesidad, y yo sabía que estábamos en esta comunidad para satisfacer las necesidades.
Nuestros corazones se rompían cuando llegó la noche, junto con la aparición de nubes de tormenta. Empezamos a imaginar la noche que estos niños estaban a punto de tener cuando nos preparábamos para ir a nuestra casa caliente y seca«.
«Le dije a mi marido, ‘ya que los padres son adultos y se negaran a que les demos refugio, deberíamos simplemente preguntarles si quieren que llevemos a los niños a casa para darles un baño caliente y una cama para pasar la noche’»
«Ummm nos dijeron que sí … ‘ fueron las siguientes palabras que oí.
Sin vacilar le pusieron al niño una vieja camisa y un polo azul, que habían recibido de la iglesia, y nos dejaron al niño y al bebé en el asiento del coche. Le pregunté a los padres por los nombres de los niños mientras nos alejábamos, al darnos cuenta de que ni siquiera sabía cómo llamarlos. A los 5 minutos de conducir por la carretera, la lluvia comenzó a caer y no podía dejar de mirar en el espejo retrovisor sorprendida y abrumada que que Dios hubiera provisto de un refugio para estos chicos, y que había optado por usar mi casa para hacerlo.
Después de devolvérselos a sus padres el sábado, oramos como una familia para que Dios protegiera a los dulces niños y que siempre proporcionase un refugio para ellos (sin imaginar que sería con nosotros) «.
«A medida que nos íbamos de la iglesia el domingo por la mañana, se nos acercó la familia con un trabajador social hasta el estacionamiento. Nos dijeron que después de investigar, el trabajador social había determinado que los chicos serían inmediatamente retirados de los padres. (Debido a la privacidad no se pueden revelar detalles).
Los padres preguntaron si nosotros podríamos cuidar de los niños de forma temporal y que necesitaban una respuesta inmediata. Eso fue hace 5 meses, y lo que fue tan inesperado y no planeado se ha convertido en una hermosa bendición para nuestra familia«.
«Ahora nos hemos enfrentado a la decisión de adoptar o colocar a los niños en hogares para su crianza. Estamos absolutamente convencidos de que Dios los ha colocado en nuestras vidas con el propósito de amarlos como si fueran de nuestra familia. No podemos negar el sentido del humor de Dios; mi marido se ríe al recordar la conversación que tuvimos el día antes de que nos encontráramos con los chicos. Habían pasado 6 semanas desde una operación de histerectomía total que me tuvieron que hacer tras luchar contra un diagnóstico precoz de cáncer y, por desgracia, dije, ‘¡Bueno, no hay más niños para nosotros!’
Con los formularios de consentimiento ya firmados, ahora estamos finalizando el proceso para adoptar legalmente a los niños y oficialmente hacerlos parte de nuestra familia
«.«Gracias a todos por sus oraciones y el apoyo que hemos recibido hasta el momento. Puesto que no somos los padres verdaderos no hemos recibido ninguna ayuda del estado para atender a estos niños. Para aquellos que han preguntado por nosotros para ayudar económicamente, decirles que es un verdadero honor. Ustedes siempre serán una parte del milagro de nuestra familia.
A pesar de que los chicos han estado bajo nuestro cuidado, la finalización de la adopción requiere abogado, juicio, y unas tasas de presentación estimadas en 10.000 dólares.
Nuestra oración es que nuestra historia inspire a otros a realizar también actos de fe generosos cuando surja el momento «.