Viral Diario

Cuando falleció, las enfermeras encontraron esto garabateado en su habitación…

Cuando falleció, las enfermeras encontraron esto garabateado en su habitación...

Envejecer es una parte importante de lo que significa ser humano. Cada persona sabe que, con suerte, finalmente envejecerá.

Sin embargo, teniendo en cuenta que la clave del envejecimiento está en la condición humana, no siempre tratamos a las personas mayores con el respeto que merecen.

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Ahora, un conmovedor poema ha hecho que una luz brille sobre lo que significa la edad, desde la perspectiva de alguien que ha visto y hecho, bueno, casi todo.

Esta conmovedora narración a veces es llamada «Look Closer» (Mira más cerca) y ha sido atribuida a diversas fuentes – pero el poema es casi seguro una adaptación de una pieza escrita por la enfermera escocesa Phyllis McCormack a finales de 1960.

Sin embargo, en estos días, el poema viral es frecuentemente atribuido a un anciano que vivía en un hogar de ancianos, y que al fallecer deja una nota a sus cuidadores.

El poema habla de lo que realmente significa ser una persona de edad avanzada, y de lo que de verdad importa a la gente una vez que alcanzan sus años dorados: simplemente ser vistos, reconocidos y recordados.

Para aquellos de nosotros que tengan un ser querido mayor, este precioso verso es un hermoso recordatorio para valorar y apreciar cada momento con ellos.

«Mira más cerca» (look closer) – Autor Desconocido

¿Qué ves, enfermera, qué ves?

¿Qué es lo que piensas cuando me miras:
un viejo malhumorado, no muy listo,
de hábitos inciertos y ojos distantes?

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¿Que vierte la comida y no responde
cuando le dices en voz alta: “¡Inténtalo!”?

¿Qué parece no darse cuenta de lo que tú haces,
y siempre pierde una media o un zapato?

¿Que, resistiéndose o no, te deja hacer lo que quieres,
ocupando el largo día con comidas y baños?

¿Es eso lo que piensas, es eso lo que ves?
Abre los ojos, enfermera, mírame.

Te diré quién soy mientras me quedo aquí quieto.
Mientras me muevo cuando me lo mandas, según tu voluntad…

Soy un niño de diez años, con un padre y una madre,
hermanos y hermanas que se quieren;

un chaval de dieciséis con alas en los pies,
soñando que pronto conocerá a su amor;
un novio de veinte, el corazón me da un vuelco
al recordar los votos que prometí cumplir;

a los veinticinco tengo mis propios hijos
que me necesitan para vivir en un hogar seguro y feliz;
un marido de treinta, mis hijos crecen deprisa,
unidos por vínculos duraderos;
a los cuarenta, mis hijos han crecido y se han ido,
pero mi mujer está conmigo para que no me aflija;
a los cincuenta, otros bebés juegan sobre mis rodillas,
una vez más, mi amor y yo volvemos a ver niños.

Llegan días de dolor; mi mujer está muerta,
miro al futuro, me estremezco de miedo.

Todos mis hijos están criando a los suyos,
y pienso en los años y en el amor que he conocido.

Ahora soy un viejo y la naturaleza es cruel;
se complace en hacer que la vejez parezca locura.

El cuerpo se marchita, la gracia y el vigor se van;
hay una piedra allí donde había un corazón.

Pero dentro de este pellejo aún vive un joven,
y, de nuevo, mi corazón amargado se hincha.

Recuerdo los gozos, recuerdo el dolor,
y amo y vivo la vida una vez más,
pienso en los años, pocos y efímeros,
y acepto la cruda realidad de que nada es eterno.

Así pues, abre los ojos, enfermera,
ábrelos y ve no un viejo malhumorado,
fíjate bien y mira quién soy.

Autor desconocido; adaptación viral de «Crabbit Old Woman» de Phyllis McCormack.

Si este conmovedor poema sobre la vida, el amor y el envejecimiento hace que pienses es tus seres queridos, por favor COMPÁRTELO en Facebook.

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