En lo profundo de un bosque del norte de Alemania es muy extraño encontrarse con unos tubos que parecen periscopios que sobresalen del suelo. Un día, un grupo de amigos se toparon con ellos en este bosque situado en el antiguo territorio de la República Democrática Alemana. A pesar de que parecía un poco peligroso decidieron explorar la zona. Lo que encontraron oculto bajo el suelo era históricamente interesante… pero también aterrador.
Estos amigos solían jugar allí desde niños, pero nunca exploraron lo que estaba conectado a los tubos.
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Así que llegó la hora. La entrada estaba cubierta con una tapa de madera, pero se pudo abrir gracias a una barra de hierro.
Vista desde el interior de la entrada.
Había pasillos interminables, como si se tratara de un hospital…
La acústica del interior del bunker hacía que todo fuera más horripilante.
Había cruces por todas partes. Era tentador no adentrarse en ellos, pero podrían terminar perdiéndose…
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El primer callejón sin salida…
Y otro más, el muro había cedido y las paredes estaban llenas de graffitis.
Ahora el camino parecía girar.
Se negaban a dar marchas atrás.
(Aunque a veces era tentador salir de allí)
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