¿Alguna vez has pensado que cuanto más trabajas, más tareas haces? Por desgracia, esto es sólo una ilusión que la mayoría de la gente se cree.
Hoy en día cada vez hay más personas que trabajan 50, 60, y hasta 70 horas a la semana, convirtiendo sus oficinas en su segunda casa.
Sin embargo, varios experimentos realizados por K. Anders Ericsson, uno de los principales expertos en psicología del trabajo, han demostrado que las personas sólo pueden realizar 4 o 5 horas de trabajo productivo por día. Después de que el rendimiento alcanza su punto más alto, la producción tiende a estancarse, y la gente sufre en el trabajo.
«Si se lleva a la gente mucho más allá del momento en que realmente se pueden concentrar al máximo, es muy probable que adquieran algunos malos hábitos. Y lo que es peor, esos malos hábitos podrían terminar acortando el tiempo en que las personas son normalmente productivas» dice Ericsson.
Los directivos que acortaron la semana de trabajo consiguieron rendimientos más significativos en términos de producción y mayor felicidad personal y profesional de los trabajadores.
Ryan Carson, director general de Treehouse, implementó una semana de trabajo de 32 horas en 2006. Desde entonces, sus empleados se han convertido en los más felices y más productivos.
Según Carson, la compañía tiene mucho éxito hoy en día, sus ingresos anuales se estiman en millones de dólares, y los empleados están dispuestos a venir a trabajar cada día.
Una historia similar es la de Reusser Design, una empresa de desarrollo web a gran escala. Ellos cambiaron a una semana laboral de cuatro días en 2013. El fundador de la compañía Nate Reusser dice, «Incluso si los empleados trabajan tiempo extra los viernes, su rendimiento es mucho mayor. No tienes idea de cómo la gente trata de terminar los proyectos antes de irse de vacaciones. »
A modo de experimento, también se introdujo la semana escolar de cuatro días para 4º y 5º grado en el estado de Colorado (EE.UU.). Al final resultó que, los resultados de lectura y matemáticas de los estudiantes que estudiaron durante cuatro días a la semana subieron un 6% y un 12% respectivamente en comparación con los niños que asistieron a los cinco días.
«Creo que la idea de que los niños están plenamente concentrados durante todas sus clases no es razonable«, dice Ericsson. Esto es especialmente cierto para los niños que tienen problemas para concentrarse y mantener la concentración.
Los resultados de esta investigación sugieren que incluso una simple redistribución del tiempo de trabajo puede tener enormes beneficios para los empleados y las empresas.
En 2008, en medio de la crisis financiera de Estados Unidos, el ex gobernador de Utah Jon Huntsman implementó un plan para reorganizar la semana laboral.
Casi el 75% de los empleados del Estado cambió a una semana de cuatro días, pero comenzó a trabajar 10 horas por día. Esta solución no sólo reduce los costos de calefacción, refrigeración y alimentación de los edificios, sino también produce aumento de la moral del trabajador. La gente disfrutó el día adicional de descanso y se mostraron satisfechos con el cambio.
Es por ello que el acortamiento de la semana laboral es de utilidad tanto para los empleados como para las empresas.
