Demostrando que ser un animal de sangre fría no significa «ser frío», estas tortugas nos demuestran que tienen un pensamiento rápido y un lazo de amistad que es inolvidable.
Al ver que su compañero ha volcado, esta ingeniosa tortuga utiliza de forma decidida su cabeza para hacer que su amigo esté de nuevo de pie. Tras el rescate, ambos se van caminando juntos mientras los espectadores muestran su admiración. De no ser por este gesto «casi humano» de percibir el problema del otro y actuar en consecuencia, es muy probable que la tortuga que había volcado hubiese muerto.
La filmación tuvo lugar en el parque zoológico de Taipei en Taiwán y fue capturada en un vídeo del usuario de YouTube Audi Yu.