Un tribunal de Australia en Perth ha multado a dos turistas franceses que estaban de vacaciones por filmarse a sí mismos mientras quemaban a un pequeño marsupial en peligro de extinción con un aerosol.
Jean Leon Vallet y Jean Mickael Batrikian han acumulado una multa de 3.600 euros (unos 4.000 dólares) por la ignición de una llama de 25 centímetros que quemó la cabeza y el cuerpo del animal desprevenido el pasado 3 de abril, mientras trabajaban en la isla de Rottnest. Aunque el pequeño marsupial sobrevivió, el juez llamó a las acciones de estos turistas como «aberrantes» y que no se podía excusar la flagrante muestra de crueldad hacia el animal.
El quokka, uno de los primeros mamíferos que los europeos encontraron cuando llegaron por primera vez a Australia, es un pequeño marsupial que probablemente reconocerá por una sonrisa que está fijada de forma permanentemente en su cara, lo cual ha hecho que a este pequeño animal se le conozca como el «animal más feliz del mundo«.
A pesar de que ambos turistas expresaron remordimiento por la decisión de la juez, los hombres se defendieron diciendo: «¿Cree que somos monstruos? No lastimamos al quokka. Tenemos mascotas en casa«.
Como ninguno de los dos hombres estaban en condiciones de pagar la multa impuesta, ambos pagaron su castigo con una noche en la cárcel según la cadena Australian Broadcasting Company.
