No importa lo mucho que quieras a tu pareja, discutir con la otra parte es más o menos inevitable – especialmente cuando tienes niños. Cuando los dos trabajan duro para hacer lo que es mejor para la familia, el estrés y la frustración pueden llegar a ser demasiado difícil de soportar.
Por eso, cuando esta mujer se sentía poco apreciada por su marido, se cansó de pelear con él. Y con lágrimas en los ojos lo dejó a él con los niños sin ninguna señal de que fuera a volver. Dos días más tarde, sin embargo, su marido decidió escribirle una carta acerca de sus sentimientos. Esto es lo que dijo…
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Querida,
Hace dos noches, tuvimos una gran discusión. Estaba agotado cuando llegué a casa del trabajo. Eran las 20:00 y todo lo que quería hacer era tumbarme y ver el partido.
Tú no estabas de buen humor, y estabas claramente cansada después de haber tenido un largo día. Estabas tratando de que el bebé durmiera mientras los otros niños estaban peleando, y lo único que hice fue subir el volumen de la televisión.
«¿Sería mucho pedir que tuvieras un papel más activo en la educación de tus hijos?«, me preguntaste, bajando el volumen de la televisión. «También podrías ayudar más en la casa.«
«Eh«, dije a la defensiva. «Trabajo duro todo el día sólo para que tú puedas estar en tu casa de muñecas durante todo el día«. Te dije cosas terribles que no puedo olvidar, y grité, diciendo que estaba harto de todo. Así que entre lágrimas saliste corriendo de la casa, dejando que cuidase de nuestros hijos por mi cuenta.
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Me vi obligado a alimentar a los niños y ponerlos en la cama yo mismo. Cuando vi que al día siguiente no podía ir a trabajar, me vi obligado a pedir a mi jefe si podía tomarme un día libre para poder cuidar de los niños.
Experimenté sus llantos y rabietas. También he tenido que correr mucho durante todo el día sin tener ni siquiera la oportunidad de ducharme.
Me he visto obligado a calentar la leche, vestir a los niños, y limpiar la cocina a la vez. Experimenté lo que es estar encerrado todo el día en casa sin hablar con un adulto. He experimentado la incapacidad de poder sentarme tranquilamente a la mesa para disfrutar de una comida relajada cuando me apetecía, porque tenía que correr detrás de los niños.
He experimentado a sentirme tan física y emocionalmente agotado que sólo quería dormir durante 20 horas seguidas, pero tenía que levantarme unas horas después de quedarme dormido porque el bebé estaba llorando. He vivido dos días y dos noches de la forma en que tú lo haces todos los días, y creo que ahora lo entiendo.
Entiendo tu agotamiento. Tener que ser madre es todo un sacrificio. Ahora comprendo que es mucho más agotador que estar entre los peces gordos de mi empresa durante 10 horas y tomar decisiones económicas.
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Entiendo lo frustrante que debe ser tener que sacrificar tu trabajo y la libertad económica para poder cuidar de tus hijos. Entiendo ahora el hecho de que tu seguridad económica dependa de tu pareja y no sólo de ti. Entiendo lo difícil que es no ser capaz de pasar un rato con tus amigos, hacer ejercicio, o tener una buena noche de sueño.
Entiendo el desafío que representa estar encerrado en casa con los niños sin saber lo que ocurre en el mundo exterior. También entiendo ahora que estés molesta cuando mi madre critica la forma en que educas a nuestros hijos, porque nadie en el mundo sabe lo que es mejor para los niños que su propia madre.
Tener que ser madre significa llevar una gran carga de la sociedad. Siendo una persona que nadie aprecia ni valora. Te escribo esta carta no sólo para decirte que te echamos de menos, si no porque además no quiero estar otro día sin decirte: «Eres fuerte, haces un trabajo excelente, y te admiro.«
Nosotros en Viral Diario no esperábamos ese final. ¡Pero parece este hombre aprendió una lección por las malas!
Comparte esta historia conmovedora con tus amigos.
Fuente: Boredom Therapy
